Sumario
- “Las opciones son claras: o se abre espacio a la prosperidad general o el propio gobierno empujará la represión y el hambre a una situación explosiva irreversible. Todavía podemos transformar esta crisis en el país”, advirtió la FLAMUR.
La Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (FLAMUR) instó a las estructuras que sostienen el sistema político cubano a cesar la guerra económica que tienen contra los productores y emprendedores privados.
La directora de la organización en la provincia Pinar del Río, Katia Hernández Torres, señaló que poner precios abusivos parece ser un privilegio del Gobierno, pues a los privados se les califica como “parásitos”.
“Los que tienen que bajar los precios en sus tiendas en dólares son los funcionarios que imponen precios de 200, 300 y 400% por encima de su costo de importación”, apuntó.
“Se niegan a vender, en tiendas mayoristas, al sector privado y suben la electricidad hasta cinco veces su precio actual. ¿Quiénes son los verdaderos parásitos?”, cuestionó.
“La solución no es calumniar, acosar y reprimir a los que crean productos, servicios y puestos de trabajo, sino liberar las fuerzas productivas de una vez. El Estado no puede seguir siendo un parásito de las remesas de nuestros familiares y explotador monopolista de los cubanos”, indicó.
Una investigación reciente del Cuba Study Group concluyó que las autoridades cubanas reconocen la “utilidad” del empresariado independiente, pero, al mismo tiempo, lo mantienen bajo una estricta red de controles que frenan su expansión y sostenibilidad.
La representante de la FLAMUR, en su capítulo Cuba, considera que la única vía “racional” para contener la pobreza y la hambruna y fomentar el empleo es la libertad económica.
Alineada con las demandas que desde 2020, la FLAMUR y la Liga de Campesinos Independientes exigieron al régimen con la campaña “Sin campo no hay país”, que los productores cubanos tengan libertad para registrar la propiedad legal de sus tierras, así como para producir, fijar precios, comercializar, exportar, importar y atraer inversiones, sin intermediarios estatales.
De igual modo, la directiva recordó que los campesinos requieren independencia real y que el Estado no imponga límites a las áreas económicas de gestión ni al crecimiento de los emprendimientos.
“Las opciones son claras: o se abre espacio a la prosperidad general o el propio gobierno empujará la represión y el hambre a una situación explosiva irreversible. Todavía podemos transformar esta crisis en el país”, advirtió la FLAMUR.
Al respecto, el investigador y analista político José Manuel González Rubines dijo, a nuestra redacción, que la libertad económica por sí sola no generaría transición política en Cuba.
“De hecho, ni siquiera generaría beneficios absolutos para los emprendedores porque un estado como el cubano es un estado mafioso donde la ley se aplica de manera discrecional y no existen instituciones independientes a las cuales un emprendedor pueda acudir cuando vea violentados sus derechos económicos”.
De acuerdo al politólogo, la democracia, el Estado de Derecho garantizan, además de otros valores, la tripartición de poderes, y la creación de instituciones independientes que defiendan a los ciudadanos del poder.
“En Cuba, donde todo el Estado está gobernado por una élite militar partidista, no funciona. Con un modelo político como el cubano nunca va a existir la libertad económica. Es un oxímoron pensar que una dictadura pueda dar una base económica sólida que, además, tenga su sustento en la libertad de empresa y en el respeto a la propiedad privada”.
“Una dictadura como la cubana nunca va a generar eso sin cambios en el sistema político y esos cambios en el sistema político implicarían, necesariamente, que la dictadura deje de ser una dictadura”, enfatizó el especialista en Democracia y Buen Gobierno.